Nº 1

Es bueno perderse desde una ventana hacia
la imagen de unas nubes gordas y ennegrecidas,
es tan reconfortante, tan simple y tan envolvente
que a duras penas, a dificiles penas, me siento
corriendo exasperadamente.

Es bueno perderse desde la ventana, ya sin las

nubes gordas y negras, si no con un cielo azul

medio purpura y limpio, y empezar a distraer

los dedos sutilmente con suaves voces de plantas

y estrellas lejanas, y recuerdos de ojos sonrientes.

Ver la vida vuelta concreto, analizar todo su

esplendor luciernago y las formas femeninas

que de repente se agigantan frente a la ventana,

helada por la noche, es realmente un juego de esos

que se desea con impaciencia infantil.

Ya se torna lo suficientemente obscuro para

poder salir a esperar un poco de viento y

caminar hacia el horizonte que dejare en

contados momentos, y esperar unos veinti no se

cuantos dias para volver a perderme desde la ya

cerrada, nocturna e imposible ventana.